Narra
las vivencias de tres estudiantes desde su llegada al campus
universitario para la carrera de ingeniería donde cultivarán la amistad.
Uno de ellos, llamado Rancho (Aamir Khan) tiene una idea particular del
éxito. No acepta las presiones a las que los somete el sistema universitario y, pese
a no gozar de credibilidad, con los hechos irá demostrándoles que se
debe procurar la estudiar y aprender antes que el reconocimiento
económico.
Rancho aconseja a sus amigos que hagan lo que sienten, para no frustrarse en el futuro. Y cuando las cosas no andan bien, “all
is well” (todo está bien). Convencidos los 3 de la prudencia de sus
enseñanzas, lucharán para evitar que el competitivo y exigente director
del campus los expulse tras varias travesuras.
La
pelìcula es larga, pero no parece merecer que se le quite ninguna
escena, inclusive las musicales. La idea del filme es que los
estudiantes en realidad son idiotas para los exitistas y competitivos,
pero que nunca les irá mejor que si hacen lo que realmente desean.
Reunidos
varios años después de graduarse, cada uno ha construido su vida en la
manera que quería hacerlo, conformes con su destino mientras que el gran
estudioso de las clases, que parece ser un ejecutivo acaudalado, en
realidad trabaja para Rancho, dueño de la patente del producto que
comercializa.
Pero
entre ambos existe una diferente mirada de la vida. Rancho vive sin
lujos, colaborando en una escuela, pese a ser millonario. El filme
termina convirtiéndose en un aliento al espectador, con mucha sabiduría,
a ser un “idiota” para el mundo occidentalizado, a aprender, a leer y a
disfrutar de las cosas de la vida a las que siempre quisimos acceder y
no de las que no precisamos.
Son
filmes que quedan flotando en nuestro corazón, filmes que parecen
retarnos a vencer el miedo….¡qué distinto sería todo!....vencer el miedo
y pensar lo que queremos hacer.
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